Vasos Largos: Muy buenas Carlos, después de haber
participado en diferentes pruebas de media y larga distancia ¿qué te lleva a
participar en esta pasada Maratón de Sevilla? ¿cuándo decides apuntarte?
Carlos: Después de haber probado el pasado año me propuse
cuando acabé entonces repetir experiencia y con la idea de mejorar lo hecho en
el año del estreno. Así que me apunté rápido, una vez que se abrió el plazo.
Vasos Largos: Una vez efectuado el pago, ¿cuál fue tu
primera sensación?
Carlos: Me dije que ya no habría marcha atrás y que solo
esperaba que las lesiones me respetaran para poder cumplir el objetivo.
Vasos Largos: Pero vayamos con la preparación de esta
trigésima Maratón de Sevilla, ¿desde cuándo venías preparándote?
Carlos: A partir de mediados de octubre fui poco a poco
empezando a entrenar de forma específica para el Maratón.
Vasos Largos: ¿Tuviste algún momento de duda?
Carlos: Nunca, pero sí en un entreno tuve una caída y por
momentos pensé que no llegaría porque me fastidié bastante la rodilla.
Vasos Largos: Si se puede contar dinos como fue tu rodaje
previo, ¿sólo rodaje, rodaje y series, lo alternaste con otro deporte? ¿Sobre
cuantos kilómetros semanales corrías y cómo evolucionaba su cuantía conforme se
acercaba el 23-F?
Carlos: Pues hice un entrenamiento muy personal, debo decir
que no he hecho demasiadas tiradas largas como hice el pasado año. Sí que lo he
alternado con series, pero nunca con otros deportes. No sabría decirte cuántos
km semanales me zampaba, pero no te creas que eran demasiados.
Vasos Largos: Dicen que para un atleta correr un maratón es
una de las mejores experiencias de la vida, algunos lo equiparan incluso a
tener un hijo, ¿qué opinas?
Carlos: No sé si como tener un hijo pero sí puedo afirmar
que es una de las cosas más sensacionales y fantásticas que un deportista
amateur puede realizar. Lo que se siente es indescriptible, hay que vivirlo y
comprobar que también en el dolor, en el sufrimiento y en el derroche de correr
tantos km también tiene cabida la felicidad y la emoción. Es una cosa única, ni
mejor ni peor que cualquier otra hazaña, pero sí irrepetible.
Vasos Largos: Suena el reloj y el 23-F se despierta,
¿cuéntanos tú mañana previa al maratón? ¿Nervios?:
Carlos: Los nervios se me presentaron el sábado por la
noche, pero el domingo por la mañana la verdad que estaba bastante tranquilo.
Desayuné de manera normal, me atavié y puse rumbo a Sevilla con unas ganas
tremendas de disfrutar de la carrera.
Vasos Largos: Son las 9h y tras el pistoletazo da salida la
carrera, ¿dónde estabas situado? ¿y en principio cuál era tu estrategia de
carrera (si se puede contar)?
Carlos: Me situé en el cajón de las cuatro horas y por allí
me encontré al compañero del CA Viso Fernando Gámez que tenía la intención de
hacer un tiempo similar al mío (bajar de las cuatro horas), por lo que
decidimos iniciar la marcha juntos y así estuvimos hasta prácticamente el km
34, que fue cuando empezó a dolerme y con mucha fuerza la rodilla y un poco
bajé el ritmo para atravesar el famoso muro en solitario. La estrategia era
clara: ir al ritmo que sabíamos y mantenerlo hasta cuanto más lejos mejor.
Vasos Largos: Mucha gente comienza que hay tal conexión
entre corredor y la maratón que eres capaz de recordar cada paso que has dado
así que vamos a ahondar en tus pensamientos y sensaciones al paso por lo
kilómetros, ¿qué pensabas y que sentías durante los primeros 10 kms?
Carlos: Los primeros km, como en cada carrera, siempre para
mí son los más temerosos. Es cuando me examino y me extraigo un diagnóstico de
lo que puedo hacer durante la carrera. Y en un maratón los primeros kilómetros
no dejan de ser un paseo.
Vasos Largos: Cuando se entrena pocas son las veces que se
pasa de hacer más de media maratón y si se pasa no son muchos más kilómetros,
ábrenos tu mente al paso por el km 21:
Carlos: Conforme avanzábamos más a gusto me encontraba y uno
de los objetivos que me propuse se estaba cumpliendo: hasta el momento estaba
disfrutando de Sevilla y de su Maratón. Solo deseaba que fuese así a partir del
siempre temido kilómetro 30.
Vasos Largos: En la calle Manuel Siurot y cercano al estadio
del Real Betis estaba el km 30, ¿Cuáles eran tus sensaciones en carrera? ¿Había
hecho acto de presencia el temido muro?
Carlos: Las sensaciones seguían siendo muy buenas pero de
reojo me preocupaba por unos pinchazos leves que empecé a notar en la rodilla
izquierda y que pocos kms después se convertirían en fuertes dolores. Un poco
empecé a preocuparme de que por la dichosa rodilla no cumpliría el objetivo y
mi cabeza se llenó de dudas.
Vasos Largos: Acababas de pasar por el bello Parque de María
Luisa, por la portentosa Plaza de España y por delante de la Alegoría de la
Fama que corona el Rectorado de la Hispalense. Pero a pesar de la belleza de
todos estos lugares las piernas ya traían 35 kms así que cuéntanos ¿Cómo
marchabas por ese punto? ¿se puede disfrutar del bello centro sevillano cuando
se va sufriendo prácticamente a cada
paso?
Carlos: Aquí fue cuando peor lo pasé. La rodilla ya me la
había fastidiado y encima mi compañero de odisea (Fernando) ya se había
adelantado unos metros porque por tal motivo era incapaz de seguir su ritmo.
Comenzaba pues mi travesía en solitario y conllevando el dolor de la rodilla.
Vasos Largos: Sales del centro y pasas el puente de la
Barqueta y prácticamente se intuye el estadio de La Cartuja pero queda pasar
por el parque del Alamillo donde se contraponen las caras de sufrimiento de los
maratonianos con las caras de felicidad de los niños y padres jugando en el
césped, ¿Qué pensabas en ese momento?
Carlos: Cuando peor estaba, cuando tuve que detenerme unos
metros porque la rodilla me dijo basta, apareció el corredor del globo de las
cuatro horas y me enganché a él. No podía dejarle pasar, si se me iba a lo
lejos estaba diciéndole adiós a bajar de las cuatro horas. Y no sé cómo me vine
arriba, pero aquello fue un resurgir, un último arrebato contra el dolor y el
orgullo y pude volver a correr. El poder de la mente que me hizo olvidarme por
instantes de los dolores y reinicié la marcha como si nada estuviera pasando.
Volví entonces a disfrutar.
Vasos Largos: Y por fin esa entrada al túnel del estadio,
ese tartán prácticamente en ruinas y ese letrero: Meta, ¿Qué piensa, siente y
recuerda uno al cruzar ese umbral?
Carlos: Difícil de explicar pero se te pasan muchas cosas
por la cabeza. Sí puedo decir que me emocioné mucho más que el pasado año,
quizá porque en todo momento tuve mejores sensaciones y porque no acabé tan
fastidiado, salvo por la rodilla, como el pasado año. El objetivo que me
propuse, bajar de las cuatro horas, lo había conseguido y me sentí
tremendamente orgulloso de mí mismo. Entre la poca fuerza que me quedaba solo
pude levantar los brazos y exclamar unas palabras al cielo de Sevilla.
Vasos Largos: ¿Qué sentimiento te deja este XXX Maratón de
Sevilla? ¿Qué es lo que más te ha gustado y lo qué menos?
Carlos: He notado poca diferencia respecto al pasado año,
una Maratón de enjundia y cada vez más masificada y ya luego correr por Sevilla
es una gozada.
Vasos Largos: ¿Cuántos días de descanso piensas llevarte? ¿y
ahora cuáles son tus próximos objetivos deportivos?
Carlos: He descansado
poco porque relativamente me he encontrado bastante bien, a diferencia del año
pasado. De hecho, cinco días después del Maratón salí a correr de forma suave,
sobre todo para probar la rodilla, pero a la media hora reapareció el dolor,
por lo que definitivamente he decidido pasar por el fisioterapeuta. El próximo
objetivo es correr solo por correr y para hacer deporte, pero no haré más de
diez km por entreno!!
Vasos Largos: Y por último, ¿volverás?
Carlos: Volveré.
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