La carrera partía desde la plaza de la Constitución, en pleno centro de la localidad nazarena, y al querer acceder con el vehículo aproximadamente una hora antes del inicio, nos percatamos del primer detalle de gran organización; la policía municipal corta el acceso del tráfico rodado a todo el casco viejo de la localidad. Pero no como otras carreras, que cuando no aparecen corredores, se deja pasar a los vehículos, no; totalmente cortado desde horas antes.
Cogemos los dorsales, nos cambiamos,nos echamos "el agua bendita" por las manos, calentamos...es decir,lo repetido tantas veces en otras tantas carreras. Una vez dispuestos en la línea de salida, servidor se coloca en zona media-alta, y el compañero Manuel se coloca un poco más avanzado; viendo yo, el alto nivel de los participantes decido quedarme donde estoy; ahí es cuando nos deseamos suerte y nos despedimos, pues ambos sabemos que no volveremos a vernos hasta la llegada. Y se da la salida...
Salida bastante estrecha por el centro histórico, formándose bastantes embotellamientos
Participantes subiéndose por las aceras, cruzándose por delante sin avisar (produciéndose tropezones), siendo conveniente para años venideros salir adelante en esta carrera.
La situación se empieza a normalizar a partir del kilómetro y medio. En ese momento es cuando me engancho a un grupo compuesto por la segunda y tercera féminas de la carrera, las cuales iban escoltadas por cantidad de corredores; unos del club Orippo de Dos Hermanas y otros que como yo pretendían aprovecharse de su trabajo; los corredores nazarenos eran corredores veteranos (no en el sentido estricto de la edad) de bastante nivel, y corrían a ritmo constante, de reloj suizo, por lo que esa era "la rueda a seguir", como se dice en el argot ciclista.
En éstas que llegamos al km3, y se vuelve a pasar por la salida. Para la gente que quiere observar el desarrollo de la prueba, tiene un recorrido ideal, puesto que se puede ver cuatro veces; la salida y el paso por el km3 en la plaza de la Constitución; y luego en la cercana plaza de el Arenal, el paso por el km7 y la llegada. En este km3, según me comentaron, el señor Maldini, como es habitual por otra parte, iba "volando", situándose muy cerca de la élite; aunque quizá lo correcto sería decir que él forma parte de la élite.
Iban transcurriendo los kilómetros, por una zona más moderna de Dos Hermanas , con avenidas amplias y rotondas, km4 y km5; y mi grupo ya empezaba a diseminarse. La segunda fémina dio un tirón, flanqueada por un compañero del Orippo, y ya no la volvimos a ver más. En el grupo, se empezaban a quedar corredores, De la foto anterior, se descolgó el corredor de camiseta roja y el de camiseta blanca, y la tercera fémina hacia lo que vulgarmente se dice "la goma", el ritmo seguía siendo constante entre 4:05 y 4:10, pero el paso de los kilómetros iba haciendo mella.
La carrera es llana, hecha para rodar, sin embargo, las dos cuestas que tiene (la vía del tren y el cruce por encima de la autovía) se suelen atragantar (comprobado por otras carreras en Dos Hermanas), y ahí en la vía fue donde la tercera mujer se descolgó, y uno de sus compañeros decidió quedarse a tirar de ella (más el que hacía de liebre desde un principio). En éstas que en el km7, el grupo queda reducido a un atleta del Orippo, otro que en la foto anterior viste gorra blanca y servidor. Aquí ya no había protección para ir en grupo y solamente estábamos los tres del grupo inicial, más la segunda chica con su respectiva liebre por delante (que era totalmente inalcanzable)
Esta foto corresponde a esta zona, en donde Manuel Alcaide, iba entre los 40 primeros a un ritmo inferior a 3:40. En estos niveles como podéis comprobar no existen ni grupos, "ni gente", al contrario que ocurre en mi caso con ritmos más modestos.
Conforme nos íbamos acercando al centro, (antes del km8), uno de mis dos compañeros (ambos eran amigos), cambió de ritmo, hecho que me extraño pues iban juntos, departiendo y daba la sensación de ir a terminar juntos (cosa que así sucedió; el que no terminó junto a ellos fui yo); quedándose atrasado el de gorra. Me vi bien físicamente, y le seguí, en ese momento íbamos a una media entorno a 4:10, pero fue entorno al km 8.5, una vez pasada la plaza del Arenal cuando de la nada apareció el de gorra, se junto al del Orippo, y me dejaron atrás; iban a terminar juntos como se intuía, pero el que no lo tenía tan claro que iba a terminar con ellos era yo; además que se volvían periódicamente para que no les siguiera .Hasta el km9 pude aguantarles a 15 metros; pensé que si les mantenía a esa distancia hasta que faltarán 500 metros, tenía confianza en mi final, y podría contactar con ellos, e incluso superarles;pero en ese momento se enfiló la calle Real Utrera que tiene un kilómetro y se me hizo eterna; percibía como cada vez se me iban más lejos, y a ellos se les unía también corredores que suele acabar fuerte y que me rebasaban; en ese kilómetro me adelantarían al menos 10 corredores y yo no cogí a nadie. No sé si ellos aumentaron el ritmo, o yo baje, o ambas cosas. Aunque mi reloj indicaba que sólo baje un segundo la media en este kilómetro, la sensación psicológica de sufrimiento era grande. Acabamos esta tortura de calle y nos metieron en la calle nuestra Señora del Valme, que es una calle recta y comercial de unos 300 metros y que desemboca en la plaza del Arenal, donde se situaba la meta, aquí me recuperé algo, aunque no acabe con la explosividad de otros días; acabando mi dúo de perseguidos unos 80 metros delante de mí.
Por otro lado el compañero Manuel, tuvo una pequeña "crisis" en los dos últimos kilómetros, bajando un poco su ritmo, terminando a unos estratosféricos 3:50 el km. Mención especial a mi compañero, que lleva dando una exhibición en los últimos meses carrera tras carrera; ya no nos sorprende, porque nos hemos acostumbrado a su altísimo nivel; pero en su persona encierra, todos los valores que un gran atleta debe tener: esfuerzo, espíritu de superación, constancia, sacrificio; ingredientes que han hecho que se haya convertido por méritos propios en un espejo en donde mirarnos todos a los que nos gusta el atletismo.
De la carrera decir que un diez en organización; magnífica bolsa del corredor (muy surtida, con una gran camiseta técnica, incluso un trofeo a todos los participantes), tres avituallamientos (con botellas ya abiertas y con boquilla para que fuera más fácil beber), duchas de agua durante el recorrido para mitigar el calor, incluso posibilidad de darse una masaje al acabar la prueba.
En definitiva magnífica carrera organizada por el club atletismo Orippo y con la colaboración de las tiendas deportivas Bikila y emotion running; se nota que es una carrera para corredores organizada por corredores en la que se cuidan todos los detalles.
Tras esta carrera, se da por finalizada la temporada de competición, esperando ya la vuelta del verano para retomar la actividad física.A pesar de esto,el club volverá a estar representado en la carrera de Tocina; pero el verano, las altas temperaturas y la avanzada fecha, hará que sea una prueba más parar un rato agradable que para competir.
Feliz Verano
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