Club Atletismo Vasos Largos: Naturaleza y dureza...Belleza

El pasado domingo 14 de Octubre nos desplazamos a la vecina localidad de Alcalá de Guadaíra para disfrutar y padecer la XI Carrera Popular "EL Naranjo". Una bella prueba de 10.050 metros que discurría principalmente por el bello y laberíntico Parque Oromana, los caminos humedecidos por la perpetua sombra y el rocío de la mañana junto a los antiquísimos molinos harineros nos invitan a retrotraernos a una bucólica época dónde el río Guadaría era el centro de este panadero pueblo.

Hasta esta emergente ciudad nos acercamos 4 integrantes del C. A. Vasos Largos: Zurdo, Paco Vergara Huertas, Paco Vergara y servidor (Chendo). A las 9 de la mañana partimos 3 integrantes del club para tierras alcalareñas, evidentemente como todos sabéis Paco Vergara tiene desde hace algún tiempo su residencia en este pueblo. A las 9:30 estábamos en el recinto ferial junto a su moderna caseta municipal esperando a Paco a quién su hijo Álvaro había entretenido un poco más de la cuenta pues en su dominical despertar decidió que las sábanas de la cama de sus padres había que cambiarlas poniéndolas a remojo en hasta 3 ocasiones. Una vez solventado este pequeño problema llegó Paco y los 4 miembros del club nos dispusimos a recoger nuestros dorsales, primeras dudas, ¿en qué cola nos ponemos? ¿estamos apuntados juntos como club o por separados?. Finalmente tras algunas indagaciones nos ponemos en la cola de los clubes y ahí estamos, nuestro sobre: C. A. Vasos Largos.

Pasadas las 10:30 y después de calentar algo y dejar ver el nombre de nuestro club en la camiseta de Paco nos situamos en la salida, Zurdo y Paco se situaron en la parte delantera, Chendo en un punto más intermedio y Paco Vergara Huertas el último de los más de 1000 atletas que disputaron la prueba (1035 llegaron a meta). Tras el pistoletazo Paco salió sin que nadie le pudiese o quisiese seguir, Zurdo emprendió la marcha sólo aunque vigilado por algún corredor del otro club de nuestra localidad, Chendo se encontró en la salida con un gran acompañante que le ayudaría durante esta dura prueba, Carlos Pesca, y Paco Vergara Huertas marchaba en la cola del pelotón disfrutando de su continuo progresar adelantando a corredores.

Tras la salida frente a la portada del recinto ferial, la carrera enfilaba la otrora vía del tren que comunicaba Sevilla, Alcalá, Mairena, El Viso y Carmona hasta una de las puertas principales del bonito parque alcalareño, una vez pasado junto a la rotonda que honra el pasado panadero de este pueblo pasamos por delante de la Iglesia de Santiago, dónde reside El Nazareno alcalareño. La primera en la frente, desde la puerta al parque hasta llegar a la cola del futurista Puente del Dragón la subida era practicamente continua. Y no se quedaba esto ahí porque si El Dragón nos daba un breve descanso este no era suficiente porque la carretera picaba en dirección a Dos Hermanas. Esta parte es sin duda la más fea de todo el recorrido pero al subir por la carretera y volver por el camino te daba la posibilidad de ver a los primeros de la carrera, al grito de Vasos largos animé a Paco y Zurdo. Una vez coronado este continuo repecho el descenso entre pequeñas piedrecitas te hacía ir con precaución para evitar alguno inoportuno resbalón.

EL RÍO. Si algo marca el discurrir de esta prueba es la huella del Guadaíra, adentrados ya en el serpenteante parque la sombra predominaba, se agradecía porque aunque la mañana se intuía fría la verdad es que desde el comienzo el calor se hacía notar. El paisaje, la frondosidad y la humedad de la zona te recordaba parajes más norteños que a los que estamos acostumbrados por Los Alcores. Como todo en la vida, la sombra se echaba más de menos cuando se notaba su ausencia. En el Km 5 se encontraba el avituallamiento, una botellita de agua y a seguir, a seguir subiendo que ya llevábamos un rato, hasta salir tras un pronunciado descenso al antiguo, aunque recientemente remodelado, Puente Romano o Puente de Carlos III. De nuevo al parque, de nuevo a los caminos húmedos, frondosos y estrechos, tan estrechos que no cabían más de 2 personas de paralelo. Aunque no había corrido nunca esta bella carrera si que conocía la zona pues he pasado muchas veces con la BTT por esa zona así que sabía la cuesta que me esperaba, una cuesta donde nuestros amigos Kisco o Cerote se quedaron tan clavados que tuvieron que echar pie a tierra. Aquí podéis ver una foto del esfuerzo que requería dicha cuesta:

Después de cruzar a la otra orilla del Guadaíra por el metálico puente giramos a la izquierda buscando la salida principal del parque, terreno de subi-baja que subía mucho más que bajaba, a la salida del Oromana nos devuelven a la antigua vía del tren, ahora avenida del tren de los panaderos, para pasar por el Km 8 (mi problema durante la carrera fue que no llegué a ver la señalización de los kilómetros hasta el séptimo). Ya está el recinto ferial ahí pero no, después de meterte por el recinto la carrera te devuelve a ese compañero perpetuo, el parque Oromana, por allí se pasa el Km 9 que se vuelve más duro psicológicamente que físicamente pues mientras tu luchas contra ti mismo el speaker va dando tiempos que a ti no te terminan de convencer pues te espera la salida del parque. Y ésta tiene lo suyo, para estar tan al final de la carrera tiene un inicio muy pronunciado y continua sin descanso con una eterna subida que te devuelve a la meta previo giro de 180 grados por el empedrador recinto ferial que termina de romperte el buen o mal ritmo que lleves

Esto son los tiempos oficiales de nuestros corredores: