Todo empezó en Queens (donde estaba mi hotel), atravesando este puente que comunica el anteriormente mencionado barrio con Manhatan. Desde mi perspectiva sobre el río Hudson, veía como ante mi se iban agrandando los rascacielos de la gran manzana.
Bajo el susodicho puente y me adentro en la gran manzana, donde en cada semáforo hago unas fotos de las diferentes avenidas que componen Manhatan: Lexington, la 3ª, la 4ª y la 5ª avenida, la cuál hace esquina con el famoso Central Park, donde entre numerosos atletas cruzo de este a oeste el susodicho parque hasta llegar a el Museo de Historia Natural.
En el museo de Historia Natural cojo un metro que me lleva hacía el famoso Times Square, donde siento vergüenza, ya que puedo ser el único tipo con mallas y una camiseta chillona en toda la zona, o quizás no, puede que me confundieran con cualquiera que estuviera disfrazado para promocionar un musical. Me hago la reclamada foto y de nuevo bajo a los intestinos de Nueva York para volver sano y salvo a Queens.
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