Etiquetas

create animated gif

viernes, 22 de noviembre de 2013

Tierra y Olivo nazareno

El pasado domingo 10 de noviembre nos desplazamos hasta la nazarena localidad de Dos Hermanas para disfrutar de su media maratón. A las 8 de la mañana en casa de Diego era la cita mañanera pero servidor se retrasó levemente, algo por otro lado no habitual en mi, por lo que Diego, Dani Mama y Carlos se acercaron a mi casa y desde allí partimos con la baja de Paco Vergara padre. Nos pasamos por Alcalá y recogimos a Paco y pusimos camino a Dos Hermanas a la habitual salida de una prueba que me habían comentado ccomo bien organizada y bonita. Y si que tenían razón, en especial Zurdo que me dio una clase magistral sobre su recorrido y desnivel, así como en las zonas donde el aire podía hacerme sufrir.

Después de recoger los dorsales y de colocarlos, algunos con más tino que otros (Carlos ha participado en cientos de carreras y todavía pide a los demás que le ayuden a ponerselo), nos fuimos hasta el Estadio Municipal "Manuel Utrilla" desde donde se tomaba la salida. La única pega que le pondría a esta carrera es que la salida al realizarse en la pista de atletismo de este estadio municipal la puerta de salida de este complejo provocaba un tremendo cuello de embudo que paraba en seco el paso del pelotón multicolor. Desde el principio los 5 integrantes de nuestro club nos fuimos adaptando a nuestro ritmo, excepto Diego que decidió acompañar a Carlos en su preparación de la maratón de Valencia. Paco, que previamente nos había comentado que tenía molestias en el gemelo derecho, tomó la cabeza, Diego marcaba un ritmo bueno para Carlos que a esa altura de carrera creía que tarde o temprano tendría que pedir a Diego que aminorara el ritmo. Detrás de ellos, Dani Mama corría una carrera más aunque las piernas las tuviera algo pesadas después de la maratón de Venecia, y servidor intentaba conseguir un ritmo que en la primera parte de la carrera fuera suave para en la segunda apretar y bajar el tiempo conseguido en Marchena. 

Sin embargo mi planteamiento cambió, me encontré con un par de conocidos visueños y con un grupo del club esquivel y decidí seguirlos, por un lado estaba la idea de terminar con ellos (delante de ellos para que negarlo) y por otro lado escuché de uno de los miembros del club esquivel que íbamos a 5:30 min/km. En teoría ese ritmo era algo superior al que me había planteado pero totalmente asimilable, pero al paso por el km 8,5 me percaté que ese ritmo era de alrededor de 5:20 y que la carrera me lo haría pagar, así que dejé marchar al grupo y empecé a incumplir una de las cosas que me había dicho Zurdo ("es mejor ir con gente para evitarte el aire"), me quedé solo y las largas avenidas que nos llevaban a Montequinto se me empezaron a hacer largas. No quería distanciarme mucho del grupo pero poco a poco iban perdiendolos de vista y eso que llegué a alcanzarlo al paso por la estación de metro Olivar de Quintos.


En el km 11 llevaba una buena media pero sabía que tocaba sufrir, y en lugar de empezar a bajar el tiempo por kilómetros lo aumenté y me empezaron a pasar corredores. Al sufrimiento de las piernas le seguía el psicológico, entre el km 13 y el 16 se me hizo eterno por las larguísimas avenidas que conectaban Montequinto con Dos Hermanas. Pero había sobrepasado el km 16 y sabía que llegaría a la meta, otra cosa era si lo haría con menos o más tiempo que en Marchena. Mientras la carrera se adentraba hacia el centro de la localidad pude contemplar la poca solidaridad y paciencia de los conductores nazarenos, de uno de ellos llegué a escuchar "que den vueltas en las pistas de atletismo", y me planteé lo poco que miramos por los demás. Pero seguí, demasiado tenía yo con lo que tenía encima. El centro nos esperaba con un terreno empedrado y decidí que mi mal planteamiento de carrera debía pagarse por lo que a diferencia que los demás corredores no evité el irregular piso tomando la acera, me había equivocado y esa era una forma de pagarlo. Lentamente iban pasando los kilómetros y así al paso por el km 18 me llegó la puntilla con una impresionante cuesta que evitaba las vías del tren, a mi mente llegaron recuerdos de Los Palacios y lo que sufrí después de subir una cuesta de parecidas características, pensé por un momento en pararme pero esa no era una opción y esperaba que el gel que 2 kms antes me había tomado hiciera efecto, agaché la cabeza y seguí. Y así cuando me acercaba al km 20, ya sabía que bajaría bien de 2 horas pero divisé a unos 150 metros a uno de los 2 visueños con los que había hecho los primeros kilómetros y me dije que si algo me quedaba dentro había que dejarlo para terminar con él (o por delante de él para que negarlo), cambié de ritmo más con el corazón que con las piernas y a falta de 300 metros lo sobrepasé y aunque le dije que me siguiera ya no pudo. Al final aunque con bastante sufrimiento bajé mi tiempo de Marchena en casi 3 minutos por lo que me quedé contento.

Mis compañeros por su parte hicieron un gran papel, Paco no se resintió del dolor de gemelo y completó un tiempazo de 1.27:00, Diego llevó en volandas a Carlos hasta el km 20 donde Diego apretó y terminó en 1:35:37 y dejando a Carlos en su mejor marca de todos los tiempor, 1:36:19, por su parte Dani Mama vio como las piernas le pedían un descanso y empeoro su marca en medias maratones completando la carrera en 1:47:28. Después de recoger la suculenta bolsa y ducharnos en las instalaciones nos volvimos a El Viso con el sabor del deber cumplido. La próxima en poco más de una semana en Camas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario compañero

NUESTRO FACEBOOK