Nervión-San Pablo '13

Carlos Carrión: "...en mi mente estaba hacer un tiempo, en lo posible, inferior a 50 minutos. Lo conseguí y con creces..." 

Desearía tener más tiempo para, primero, extenderme en estas palabras de mi primera crónica, y, segundo, poder participar más asiduamente en este blog representativo de nuestro club. Pero a petición expresa de Franxi Hepbur paso a relatar lo sucedido el pasado domingo 28 de abril, cuando acudí como un lobo solitario, pero vestido de amarillo, hasta la primera de las carreras populares de la capital en este 2013, la de Nervión – San Pablo. Hacía dos meses que no participaba en una prueba. Desde el Maratón, para ser más exactos. Y había otra vez ganas de levantarse un domingo temprano para hacer lo que más le gusta a uno, correr, pero rodeado de muchos más locos de este apasionante deporte. A las siete sonó el despertador. Plato de cereales y el respectivo plátano en el desayuno y camino al pabellón de deportes San Pablo. Allí me encuentro con un gran amigo y compañero de facultad, Antonio Federero, que está volviendo a correr y que sigue así los pasos de su padre, uno que de esto entiende y bastante porque sus piernas son un reflejo de muchos kilómetros en miles de pruebas en las que ha participado, inclusive maratones. Su lema es el siguiente: “El que no quiera sufrir, que no se dedique al atletismo”. Por cierto, me trajo muy buen recuerdo todo el recorrido (llano, para no variar al tratarse de Sevilla) porque, en parte, por ese tramo transcurrió la media en el maratón de Sevilla (por entonces todavía no me había entrado la pájara). Las sensaciones fueron muy buenas en esta carrera de Nervión – San Pablo. Un recorrido de diez kilómetros y en mi mente estaba hacer un tiempo, en lo posible, inferior a 50 minutos. Lo conseguí y con creces porque detuve el crono en 47 minutos justos y la media a 4,42, cosa que no esperaba. Así que a seguir entrenando que tengo que volver a los 4,30 en los que estaba antes de que el maratón me dejara más lento que Felix (alguna pullita tenía que caer). Un abrazo.