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martes, 29 de octubre de 2013

Malas sensaciones, buen tiempo

El pasado domingo 20 nos enfrentábamos a la primera media maratón de la temporada, a las 8:30 de la mañana quedamos en el miraka Zurdo, Maldini y yo (Chendo) donde los 2 últimos cambiaban las habituales copas de este pub por el desayuno. Desde allí partimos hacia Marchena, por el camino nos encontramos con el clan Vergara compuesto por Paco, Diego y el padre de ellos Paco Vergara Huertas que salían desde Alcalá. Con más de 30 minutos para la salida nos encontramos en este pueblo de cerca de 20.000 habitantes situado en plena campiña. Pasamos a recoger los dorsales y ya empezaban lo que hasta días después creía que eran nervios en el estómago. Una vez repartidos los dorsales y colocados, premio para Maldini que por primera vez en su vida se lo colocó de forma decente, cada uno empezó con su ritual previo a cada prueba, un poco de "agua bendita", calentamiento por parte de Zurdo, Paco y Diego, Maldini a aligerar un poco peso en un bar adyacente y Paco Vergara padre y servidor a guardar fuerzas pues nuestro calentamiento iba a ser en los primeros metros de la prueba.

A las 10 dio salida la carrera y pronto se empezaron a hacer grupos entre los nuestros, Maldini y Diego juntos en la cabeza de carrera, más atrás Zurdo y Paco y por detrás en el pelotón servidor seguido no muy lejos por Paco Vergara padre. La prueba viró rápidamente hacia Paradas por una carretera comarcal con algún que otro desnivel aunque de poca importancia. Desde el primer momento intenté marcarme un ritmo que me llevara a alcanzar mi objetivo, bajar de 2 horas, aunque esto no sería tan fácil. Desde el primer momento iba constantemente pensando en si me molestaría la rodilla pues días antes me había probado en un entreno de 21 kms y el dolor iba y venía continuamente.


Poco a poco iban pasando los kilómetros y así llegó el primer avituallamiento en el km 5 del cual decidí pasar pues llevaba desde el principio con ganas de pararme a hacer "aguas menores". A esa altura había encontrado a 2 veteranos corredores a los que me uní pensando que eran una buena rueda, pero el paso de los minutos me hacía ver que más que ser rueda para mi lo era yo para ellos. La primera cuesta importante del recorrido se situaba a la entrada a Paradas, pueblo que a todos los integrantes de nuestro club le traen recuerdos de la pasada San Silvestre donde le dimos muchísimo color a la carrera al recorrer disfrazados sus calles. Era el km 7 y saliendo de Paradas me encontré primero con un grupo del que tiraba Maldini y seguía Diego, detrás de ellos un reguero de corredores y más tarde otro grupo con Zurdo y Paco, aproveche para darle ánimos a mis compañeros y también para recibirlos. Por detrás seguía teniendo a escasos metros al patriarca de los Vergara, que también tenía como objetivo bajar de 2 horas. 

La sensación en las piernas era buena, pero el estómago me hacía pasar malos momentos y eso añadido a la preocupación por la rodilla izquierda me hacía temer por la carrera. Las continuas nauseas y acidez que tenía en el estómago fueron en un principio achacados a los nervios propios de la carrera pero los acontecimientos los días posteriores hablando con compañeros del club inclina más a pensar que se trata de algo que comimos en la noche del viernes que no nos sentó muy bien. Con todo no se podía parar y así me adentré en las pedregosas calles paradenses que nos llevó al ayuntamiento que el pasado fin de año se llenó de pelucas "maradonianas", antifaces "canalcuarentisieteros", costales, gorros de San Patrick, princesas de ojos, pelo y vestido azul, pollitos amarillos y "papas noeles" por doquier. A mi mente llegaron gratos recuerdos y mientras iba avanzaba por la calle larga, tan larga que se me hizo pesada por el pavimento empedrado y porque no había mucha gente en las calles aunque si bulliciosa. Esta calle nos llevaba a la salida de Paradas y al segundo avituallamiento en el km 10, cogí mi botella de agua y aprovechando el descenso que anteriormente habíamos ascendido decidí dejar detrás a mis "compañeros" y  aumentar el ritmo. No tenía buenas sensaciones en el cuerpo pero las piernas seguían respondiendo y así fui adelantando a corredores pensando en el km 16. Servidor siempre se plantea las medias maratones pensando que si llega al km 16 la carrera está hecha, puede ser que no sea tan real y los planteamientos de Paco que divide la carrera en 3 tramos de 7 kms o de la mayoría que lo divide en dos sean más reales pero a mi me va sirviendo. 

Quizás fui demasiado generoso del kilómetro 10 al 14 pues me costó llegar al 15, pero en eso me encontré o mejor dicho me alcanzó Rafa Vega que preparando la próxima maratón de Nueva York se tomaba esta prueba como un entreno (30 kilómetros haría), durante algo más de kilómetro y medio estuvimos conversando de baloncesto, de su libro y por supuesto de la maratón en un principio de Nueva York y después de la sevillana a la que me animó a participar.


Acababa de superar el km 16 y aunque sabía que llegaría al final quería reservar un poco de fuerzas para la tan comentada cuesta. Y sí mis compañeros tenían razón pues conforme me acercaba a Marchena oteaba en el horizonte la altitud a la que estaban varios corredores, intente ver a alguno de amarillo pero rápidamente me percaté que alcanzaba la hora y 30 minutos por lo que Maldini, Diego, Zurdo y Paco ya estarían en meta recogiendo su bolsa. Dejé marchar a Rafa Vega aunque lo mantenía a escasos metros, viramos por la esquina del esquina del Instituto de Educación Secundaria López de Arenas y ante nosotros se plantó una señora cuesta como diría Maldini con posterioridad "allí sólo faltaba el tío del tridente del Tour". Muchos corredores de mi ritmo se tenían que parar y ascender andando la cuesta, pero servidor no estaba dispuesto a parase hasta llegar a meta, tuve que bajar el ritmo y perdí casi 1 minuto a pesar de que adelanté a varios corredores. Alcancé la cima y como había escuchado varias veces que desde ahí todo sería descender pensé que la carrera estaba hecha. Pero nada más lejos de la realidad porque tras un corto descenso que pasaba cerca de un pabellón, donde habría algún partido y cuyos gritos me tomé como ánimos para afrontar una larga cuesta que algún que otro espectador nos dijo "que tranquilos que era la última". Y esto si que era verdad, pasamos por el ayuntamiento marchenero y en el descenso nos encontramos con la preciosa Puerta de Sevilla o Arco de la Rosa, un leve momento para contemplar este precioso monumento y a seguir por el empedrado descenso que casi todos los corredores eludíamos corriendo por el acerado. Alcancé el km 20 en 1 hora y 52 minutos y por un momento pensé que el trabajo estaba hecho y me podía dejar ir pero rápidamente pensé que había que darlo todo hasta el final y superarme a mi mismo en una media maratón. Cuando llegué a la meta allí me esperaban  Maldini que terminó la prueba en 1 hora y 22 minutos, Diego que perdió la rueda de Maldini terminó en 1 hora 24 minutos, Zurdo finalizó en 1 hora 28 minutos dejando atrás a Paco que terminó en 1 hora 30 minutos. Todos nos reunimos esperando la pronta llegada de Paco Vergara padre que esperábamos en torno a 2 horas, sin embargo pasaban los minutos y no llegaba por lo que empezamos a impacientarnos. Llegó en 2 horas 14 minutos y con posterioridad nos comentó que la cuesta lo había acabado de hundir y que los kilómetros finales los había hecho corriendo y andando. Sin embargo, esta era la primera media maratón de la temporada y habrá muchas más para ir mejorando. Llegué a meta con malas sensaciones por el dolor de estómago pero una vez en frío me quedé con el crono ( 1 hora y 57 minutos) y con la sensación de haber llegado bastante bien a la meta. Hay que seguir.

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